Seguro que alguna vez has reflexionado sobre la calidad del semen y tu estado de fertilidad. Si gracias a tus espermatozoides podrás ofrecer al mundo una nueva vida… Bien a través de tu pareja o donando para que otras personas también puedan cumplir el sueño de formar una familia.
Es importante, por lo tanto, tener conciencia sobre la calidad seminal que posee cada varón, pues alrededor del 15% de las parejas del mundo sufren algún problema relacionado con la fertilidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque siempre se pone el foco en la mujer, la salud sexual del hombre es igual de decisiva para resultar en embarazo (un tercio de los problemas reproductivos son a causa del hombre). Estas preocupaciones por el estado de la fertilidad llegan cuando existen algún tipo de variación en el semen, lo que no representa ningún factor de riesgo, aunque se recomienda realizar pruebas para conocer la salud del mismo.
¿Qué es la calidad del semen?
Para conocer con más exactitud la salud de tus propios espermatozoides, es importante tener en cuenta cuáles son los parámetros evaluados en un análisis de la calidad seminal. Estos valores son, según los criterios de la OMS:
Morfología espermática
Se refiere al tamaño y forma de los espermatozoides. Un espermatozoide se considera normal si no presenta defectos en cabeza, pieza intermedia ni cola, y si el residuo citoplasmático es normal. Un valor igual o superior al 4% en cuanto a morfología se considera normal, mientras que los valores por debajo de este porcentaje (teratozoospermia) pueden derivar en problemas de fertilidad.
Motilidad espermática
Se refiere a aquellos espermatozoides que se movilizan en dirección al óvulo de la mujer. Un valor normal se sitúa en torno al 32%. Todo valor que esté por debajo podría desencadenar en posibles problemas de fertilidad dada la nula capacidad del espermatozoide para viajar hasta su destino final.
Concentración espermática
Se refiere al número de espermatozoides que habitan por cada mililitro de semen. El recuento debe ser de al menos 15 millones, con un total en el eyaculado de mínimo 39 millones de espermatozoides. Todo valor por debajo de esto, determinará si el hombre puede o no concebir de manera natural.
Volumen del eyaculado
Se refiere a la cantidad seminal, que debe ser mínimo de 1,5 ml. Todo resultado por encima de este valor, indicará que el volumen es óptimo.
Vitalidad espermática
Se refiere al número de espermatozoides vivos por cada eyaculado. Tiene que ser igual o superior al 58%. Estos son los espermatozoides que tienen capacidad para fecundar al óvulo.
Todos estos valores, que se miden con certeza en un seminograma, pueden ir variando a lo largo del tiempo. Esto se debe a muchos factores que se deben tener en cuenta y que analizaremos a continuación.
Factores que influyen en la variación seminal
La variación seminal en un hombre es normal. Cada día o, incluso, en cada eyaculación puede ir variando la calidad seminal, así como su textura, color y olor. Procedente de la próstata y testículos, el semen, en su camino hacia su salida, se mezcla con orina y otros fluidos, alterando así su color u olor.
Aunque existen muchos factores para que se dé estas variaciones, estas son las más habituales:
Edad
Con el paso de los años, se va reduciendo la calidad seminal. Si bien es cierto que el reloj biológico del hombre es mucho más prolongado que el de la mujer, una edad elevada provocaría una variación de la calidad del semen, así como su capacidad para fecundar. Por ejemplo, a causa de un descenso drástico de la vitalidad espermática.
Estilo de vida
Diferentes estudios concluyen que el estilo de vida de cada varón tendrá especial incidencia en su calidad seminal. Se ha demostrado que aquellas personas que tienen una rutina sedentaria, consumen alcohol o tabaco de forma regular, presentan niveles más bajos de calidad seminal que los que realizan ejercicio físico moderado de manera regular, así como los que no consumen alcohol y/o tabaco.
Deshidratación
Los hombres que no están bien hidratados y presentan síntomas de deshidratación, poseen una calidad seminal peor y más deficiente que los que están bien hidratados. Además, el semen será más espeso y grumoso que en parámetros normales. Esto puede resultar en problemas de fertilidad.
Abstinencia sexual
Una vida sexual regular puede servir para mantener niveles normales, mientras que una abstinencia sexual prolongada puede desencadenar en una alteración de la calidad del semen.
Consejos y recomendaciones para mantener una buena calidad seminal
En primer lugar, para conocer cuáles son tus niveles en cuanto a la calidad seminal se refiere, será importante realizar un seminograma para determinar estos parámetros previamente analizados en este blog. Por ello, recomendamos acudir a un especialista para saber algo tan importante como la posibilidad de fecundar que tiene cada varón.
Además de esta importante prueba, existen comportamientos diarios que mejoran la calidad, y son:
- Cuidar la alimentación
- Descansar de manera adecuada
- Realizar ejercicio físico de manera regular
- Evitar el tabaco y el consumo de alcohol y drogas sintéticas.
- Reducir el estrés
- Mantener una vida sexual regular
- Evitar altas temperaturas en la zona genital.
- Realizar pruebas periódicas para conocer la calidad seminal
Conclusiones
En conclusión, es normal y frecuente que exista variación en la calidad del semen, así como en su color y olor, aunque siempre habrá que estar alerta si estos condicionantes cambian de manera drástica.
Factores como una dieta saludable, una vida sexual regular y una rutina de ejercicio físico son importantes para un semen saludable y fértil, mientras que el estrés y el consumo de alcohol y tabaco pueden empeorarla hasta el punto de presentar un riesgo serio para la fertilidad.
Repetir el seminograma de forma periódica puede ser determinante si tu objetivo es concebir de manera natural.