Seguro que alguna vez te has planteado usar lubricante o quizás, ya lo has utilizado, pero no has dado con tu lubricante ideal. Para empezar, hay algunas cosas que son importantes tener presentes antes de comprar este producto, como saber para qué sirve, qué tipos hay… ¡Sigue leyendo y descubre más sobre este producto sexual tan de moda!
¿Para qué sirve?
Un lubricante es una sustancia líquida cuya función principal es suplir la humedad natural de la zona íntima. Sirve para mejorar o facilitar las relaciones sexuales (tanto solo como acompañado).
¿Qué tipos de lubricantes existen?
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Lubricantes a base de agua: son los más recomendados por su textura y bajo nivel de irritación. Estos tipos de lubricantes son aptos para el consumo y los puedes encontrar de diversos sabores. Además, no manchan la ropa y tienden a secarse rápidamente.
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Lubricantes a base de petróleo: este este tipo es el más parecido a la vaselina, a los aceites minerales o de bebés. No son muy aconsejables por irritar la vagina y por ser nocivos contra el látex (preservativos, diafragmas, etc.)
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Lubricantes a base de silicona: quizás sean los más conocidos, ya que se trata de lubricantes que aunan las ventajas de los lubricantes a base de agua (baja irritabilidad, no manchan) y la resistencia de los que tienen base de petróleo sin que afecte al látex. Son altamente resistentes al agua y aportan mayor juego sexual.
¿Qué debes tener en cuenta antes de comprar un lubricante?
Te dejamos algunos “tips” para cuando vayas a comprar tu próximo lubricante:
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Que tenga componentes naturales como aloe vera, vitamina E…
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Que te guste su textura y su efecto (frío o calor)
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Que sean compatibles con el preservativo, ya que las vaselinas de consistencia oleosa o productos hechos de petróleo pueden provocar una ruptura.
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Guárdalo siempre en un lugar fresco y seco y vigila la fecha de caducidad.
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Elige el lubricante que mejor vaya contigo y disfruta del sexo (siempre con protección).
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