Las siglas ITS, en palabras del Ministerio de Sanidad, se emplean para referirse a las Infecciones de Transmisión Sexual. Estos contagios, como su nombre indica, “se transmiten, entre otras formas, por medio de las relaciones sexuales (anales, vaginales u orales) y pueden ser causadas por bacterias, virus, hongos, parásitos y protozoos”.
La mayoría de los casos en los que hay una infección de transmisión sexual no aparecen síntomas, es decir, son asintomáticos. Esta poca expresión de la infección facilita la transmisión y, si no se instaura el tratamiento adecuado, pueden aparecer complicaciones como esterilidad, prostatitis, cáncer genital u otros.
La prevalencia de las ITS varía según la región y el grupo demográfico. Se estima que cada año millones de personas en todo el mundo adquieren algún tipo de ITS. En particular, las infecciones bacterianas como la clamidia y la gonorrea son más frecuentes en jóvenes adultos, especialmente aquellos entre 15 y 24 años.
El uso de preservativos y la práctica de sexo seguro son clave para reducir la prevalencia de las ITS en la población.
Cómo afectan las ITS a la fertilidad masculina
Las ITS, pese a que si se detecta a tiempo el daño es menor, pueden tener un impacto importante y negativo en la producción de esperma. Algunas de las consecuencias son:
Disminución de la cantidad de esperma:
Afecciones como la epididimitis, que es una inflamación del epidídimo, puede causar una alteración en la calidad y capacidad fecundante del espermatozoide, especialmente aumentando la fragmentación del ADN espermático que conlleva mayor tasa de bloqueos embrionarios y abortos.
Alteración de la motilidad de los espermatozoides:
Algunas infecciones inciden directamente en la motilidad del espermatozoide. Esto es que la capacidad del esperma para desplazarse hasta el tracto reproductivo femenino y alcanzar al óvulo se reduce.
Afectación de la calidad del líquido seminal:
Es una de las principales consecuencias de las ITS. La salud del espermatozoide, sobre todo en infecciones como la prostatitis, se ve deteriorada debido a esta coyuntura, como así viene recogido en un artículo publicado en el Laboratorio de Virus Oncológicos en Reproducción, BIOREN-CEGIN, Universidad de La Frontera, Chile, 2013.
Estas infecciones, en el caso de no traten pronto y se prolonguen en demasía en el tiempo, pueden causar un daño permanente en los órganos reproductivos masculinos. Esto llevaría a problemas de fertilidad como la esterilidad o la infertilidad.
Problemas graves de las Infecciones de Transmisión Sexual
Como hemos explicado anteriormente, las ITS no tienen que ser peligrosas siempre y cuando se haga un tratamiento adecuado y no se prolongue en el tiempo. Sin embargo, de no ser así, puede ocasionar problemas graves para la fertilidad masculina. Estas pueden ser alguna de las complicaciones:
-Epididimitis. Es una inflamación del epidídimo, conducto que transporta y almacena los espermatozoides en los testículos. Si la ITS no se trata a tiempo, la inflamación en el epidídimo puede bloquear el paso de los espermatozoides, reduciendo la cantidad y calidad de los espermatozoides que se liberan durante la eyaculación. Además de la obstrucción, la epididimitis crónica puede provocar cicatrices en el epidídimo, lo que podría llevar a infertilidad irreversible.
-Prostatitis. Es una inflamación de la próstata causada, a menudo, por la gonorrea o la clamidia. La próstata juega un papel crucial en la producción del líquido seminal, que es esencial para el transporte y nutrición de los espermatozoides. Cuando la prostatitis se vuelve crónica, puede alterar la producción del semen, reduciendo su volumen y calidad. Esto puede afectar negativamente la motilidad espermática y disminuir la fertilidad. Además, la prostatitis puede asociarse con dolor pélvico crónico, dificultad para orinar y problemas sexuales, lo que afecta aún más a la salud reproductiva masculina.
La clave para prevenir todas estas afecciones sexuales es la posibilidad de contar con un diagnóstico temprano, además de un tratamiento adecuado para exterminar la ITS. Algunas de estas infecciones pueden tratarse con antibióticos. La prevención, gracias al uso de preservativos, es fundamental para defender a la salud reproductiva masculina y prevenir efectos graves a largo plazo como la infertilidad irreversible.
Tips para cuidar la salud reproductiva masculina
Después de conocer más en profundidad el riesgo de contraer alguna infección de transmisión sexual sino se trata bien o no se realiza un diagnóstico a tiempo, veamos algunos tips que ayudan a prevenir ITS.
Muchos son los hábitos y buenas prácticas que pueden realizarse para estar en buena posición frente a estas afecciones. El ejercicio físico moderado y regular reduce el estrés y mejora la circulación de la sangre, lo que fomenta el buen funcionamiento de los órganos reproductivos.
Una alimentación rica en antioxidantes como la canela o arándanos, los ácidos grasos de Omega-3 presentes en el pescado o nueces y la ingesta de fruta y verdura fresca son cruciales para el funcionamiento reproductivo.
También es importante reducir al mínimo el consumo de alcohol o drogas recreativas (marihuana, cocaína, drogas sintéticas), además de minimizar el consumo de tabaco.
Como último consejo, es fundamental que los hombres mantengan consultas regulares con un urólogo o especialista en fertilidad para evaluar su salud reproductiva.