¿Alguna vez te has preguntado si dormir bien tiene repercusión directa en la salud reproductiva? ¿O si afecta la calidad del sueño a tus relaciones sexuales? Estas son algunas de las dudas e incertidumbres que puedan surgir en la relación sueño y salud reproductiva. En este blog veremos cuánto afecta y por qué es esencial respetar el descanso óptimo si quieres que, entre otras cosas, tu deseo sexual no disminuya.
¿El sueño influye en la fertilidad masculina?
El sueño, al igual que una mala o buena alimentación, afecta directamente a la sexualidad. A mayor calidad de sueño, mayor y mejor respuesta sexual. Así lo demuestran estudios centrados en esta relación. Tras un estudio observacional llevado a cabo por The Journal Sexual of Medicine, se ha comprobado que las personas que durmieron más declararon tener más apetito sexual, además de tener mejor excitación genital en relación a las personas que durmieron menos. Los datos de esta investigación de David Kalmbach indican, por tanto, que “la falta de sueño puede reducir el deseo sexual y la excitación”.
Esta falta de sueño produce una disminución importante de los niveles plasmáticos de testosterona. Esto lleva tanto a cambios en la conducta sexual como una disminución de la producción de espermatozoides, apunta el director del Instituto de Investigaciones del Sueño (IIS) Diego García Borreguero sobre el estudio anteriormente mencionado. De esta manera, el sueño afecta a la secreción de hormonas sexuales tanto en hombres como en mujeres.
Papel de la melatonina en la fisiología del esperma
En este tema específico juega un papel fundamental la melatonina. Esta hormona se encuentra de manera natural en nuestro cuerpo y su influencia radica en los ciclos de sueño y vigilia. Su función específica la conocemos por estudios, en este caso de los efectos de la melatonina sobre la fertilidad humana. Estas son sus funciones:
- Regulación de la espermatogénesis: La melatonina puede atravesar la barrera hematotesticular e interactuar con receptores específicos en las células testiculares, modulando la síntesis de testosterona y, por ende, la producción de espermatozoides.
- Propiedades antioxidantes: Actúa como un potente eliminador de especies reactivas de oxígeno (ROS), protegiendo las mitocondrias de los espermatozoides, reduciendo la fragmentación del ADN y previniendo la peroxidación lipídica de la membrana plasmática.
- Modulación de la capacitación espermática: La melatonina influye en procesos esenciales para la fertilización, como la motilidad y la reacción acrosómica, a través de la regulación de la secreción de bicarbonato y la movilización de calcio intracelular.
Trastornos del sueño que afectan a la fertilidad
Si bien hemos comprobado que la calidad y cantidad del sueño afecta positivamente a la fertilidad, veremos a continuación qué afectaciones produce en la salud reproductiva tener trastornos del sueño.
Dormir pocas horas o dormir mal afecta directamente a todas las áreas vitales del ser humano. Estos malos hábitos pueden tener una incidencia muy negativa, pues son causantes de enfermedades o potencian más las ya existentes. También tienen consecuencias en la vitalidad, en el cansancio, en apariciones frecuentes de apatía o alteraciones en el estado de ánimo. Estas son algunas de las muchas deficiencias que produce la falta de sueño.
La aparición de estrés o de insomnio tiene un impacto significativo en la fertilidad masculina y femenina. En el caso de la salud reproductiva masculina, estas son las complicaciones que provocan los trastornos frecuentes del sueño:
- El insomnio reduce la secreción de melatonina, una hormona clave para la protección del ADN espermático contra el daño oxidativo.
- La calidad del semen se ve comprometida con una reducción en la motilidad espermática, un aumento de la fragmentación del ADN y una disminución en la concentración de espermatozoides.
- Un estudio realizado por investigadores chinos y publicado en Medical Science Monitor analizó a 980 hombres sanos. Encontró que tanto la cantidad de espermatozoides como su tasa de supervivencia eran menores en hombres que dormían menos o se acostaban tarde. Curiosamente, también observaron resultados similares en aquellos que dormían más de nueve horas, sugiriendo que ni muy poco ni demasiado es óptimo para la calidad espermática.
Otros aspectos negativos que también inciden en la calidad del sueño y, en consecuencia, a la salud reproductiva son los cambios del ciclo de sueño. A veces de manera obligatoria. Los turnos de trabajo nocturnos o los turnos rotativos donde se altera el ciclo del sueño afecta negativamente, y este, a su vez, a la fertilidad.
¿Cómo mejorar el sueño y la fertilidad?
Cada vez es más común hablar de gafas bloqueadoras de luz azul. En la era de las tecnologías no existe persona que no haga uso de una pantalla. Televisores, ordenadores, iPad, móviles… Cada vez pasamos más y más horas ‘pegados’ a una pantalla. Esta mayúscula exposición a luces azules afecta al ritmo circadiano, que es el encargado de regular los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día.
Por ello, y para tratar de cuidar las posibles alteraciones de la misma, se utilizan gafas bloqueadoras. Estas protegen al ritmo circadiano y, en consecuencia, al haber menos exposición de luces azules, la conciliación del sueño será mayor. Por tanto, se verá beneficiada la fertilidad masculina.
Conclusión de la calidad y cantidad del sueño y su impacto en la fertilidad
El sueño juega un papel crucial en la salud reproductiva tanto en hombres como en mujeres. La falta de descanso adecuado altera la producción hormonal, afecta la calidad de los gametos y reduce las probabilidades de concebir. En los hombres, dormir menos de seis horas por noche se ha asociado con una disminución significativa en la movilidad y cantidad de espermatozoides, además de una reducción en los niveles de testosterona, lo que puede afectar la espermatogénesis y la función sexual.
El estrés crónico y el insomnio elevan los niveles de cortisol, una hormona que interfiere con la producción de gonadotropinas y testosterona, reduciendo la fertilidad masculina. Por otro lado, la apnea del sueño, al provocar hipoxia nocturna, no solo disminuye la producción de testosterona, sino que también incrementa el riesgo de disfunción eréctil y deterioro en la calidad espermática. Además, los trabajos nocturnos y la alteración del ritmo circadiano impactan la producción de melatonina, afectando la regulación hormonal y la viabilidad de los espermatozoides.
Dormir bien no solo mejora tu bienestar, sino que también es clave para la fertilidad. La ciencia confirma que un descanso adecuado favorece la producción de hormonas sexuales y la calidad del esperma. Si buscas mejorar tu salud reproductiva, empieza hoy mismo a cuidar tu sueño: establece horarios regulares, evita pantallas antes de dormir y reduce el estrés. ¡Tu fertilidad te lo agradecerá!